jueves, 02 de junio / Leny Chuquimia
A 20 días del “retorno del sol”, el Año Nuevo Aymara fue lanzado en la plaza San Francisco con ofrendas, música, danza y apthapi.
Con una ofrenda a la Pachamama, música ancestral y danzas autóctonas fue lanzado ayer el Willka Kuti 5524 Mirando desde el Sur. La fiesta del Año Nuevo Aymara se celebrará la madrugada del 21 de junio en Tihuanaku. El Canciller y el Gobernador convocaron a la unidad para recibir las energías del sol.
Para aymaras y quechuas el "retorno del sol” es una de las fiestas más importantes del ciclo ritual agrícola andino, porque marca el inicio y fin de un año. Este día se espera los primeros rayos de sol que, según la tradición, retorna para recargar de energías a los seres humanos y a la Pachamama o Madre Tierra.
"Queremos invitar a todos los bolivianos y a la comunidad extranjera a compartir con nosotros el retorno del Sol, el 21 de junio. Queremos que nos acompañen a recibir los primeros rayos solares para que en nuestra Bolivia y en el mundo vivamos en unidad y hermandad”, dijo el alcalde de Tiwanaku, Octavio Quispe, anfitrión del rito.
El acto de presentación, que se realizó en la Plaza Mayor, cerca la iglesia San Francisco, se inició con una ofrenda a la Pachamama que fue entregada al fuego cerca del mediodía. Grupos de música y danza autóctona, que llegaron desde el municipio de Tiwanaku, dieron el marco a la ceremonia ancestral que auguró éxito.
También participaron en el acto el canciller David Choquehuanca; el gobernador de La Paz, Félix Patzi; y el ministro de Cultura y Turismo, Marco Machikao, además de autoridades originarias y provinciales. Todos levantaron las manos ante el fuego para recargarse con las energías.
"Gracias a las autoridades por el relanzamiento de esta fiesta ritual. Todos debemos comprometernos para a ir a Tiwanaku a recibir las energías positivas de hermandad como bolivianos. La unidad y las buenas energías para nuestro departamento y nuestra Bolivia es lo que esperaremos para este 21 de junio”, convocó el gobernador Patzi.
En su intervención, Choquehuanca recalcó que desde la localidad energética de Tiwanaku debe darse un mensaje de hermandad para el mundo. Convocó a recibir el año 5524.
"Desde Tiwanaku tenemos que levantarnos y empezar a iluminar ese camino de la hermandad, de la armonía, de la igualdad y no de la división. Ya hemos aparecido en la luz pública, nos hemos levantado con nuestros sicus, con nuestro pinquillo, porque somos jaguar, somos Katari”, dijo el Canciller.
La ceremonia -que fue interrumpida varias veces por los dinamitazos y los gritos de la marcha de la COB en apoyo a los fabriles- terminó con un apthapi comunitario. Los alimentos típicos también se disfrutarán el 21 de junio, día que -según establece la cosmovisión andina- "es principio y fin”.